Las circunstancias que han producido el actual aislamiento social en el corregimiento La Margarita.
Resistir la división
clic Las de Santos y las de Uribe
"Un presidente y un expresidente de Colombia, ambos líderes de dos partidos políticos poderosos…":
Holmes Páez y Julia Díaz
La otra división a nivel social la viven propiamente las familias reubicadas. Así lo evidencian las conclusiones preliminares de Holmes Páez y Julia Díaz, dos investigadores de Bogotá que han realizado varios acercamientos al municipio desde el año 2015 gracias a su trabajo en un proyecto con seis universidades de América, el cual es financiado por el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional (IDRC) de Canadá. Clic aquí para conocerlo.
Según ellos, las iniciativas de reconstrucción en el corregimiento se desarrollaron en un clima de presión política y polarización porque dos líderes opuestos defendieron dos proyectos diferentes y entraron en una "competencia" por la recuperación del desastre:
"Por un lado, el presidente en funciones asumió que el Gobierno Nacional tenía la responsabilidad de liderar el proceso de reconstrucción. Por otro lado, el expresidente que creció en Salgar quiso desarrollar actividades para contribuir a la recuperación de su 'propio' municipio (...) Ambos partidos aprovecharon el desastre para competir por el capital político en Salgar”.
Aquí es importante aclarar que no fue Álvaro Uribe quien construyó las viviendas, sino que se encargó de impulsar la gestión de las mismas, como lo menciona en este enlace Gloria Posada, una de las donantes de los terrenos: “Él fue el que nos dijo: ‘Bueno, ¿ustedes nos pueden colaborar?’ Mis hermanos y toda la familia dijo que sí”.
A continuación se encuentran las fotografías correspondientes a los dos diseños de vivienda que tuvo cada uno de estos proyectos:
"Somos todos lo mismo"
Pero la misma resistencia sigue siendo amenazada por las organizaciones que llegan al sector y realizan donaciones e integraciones esporádicas exclusivamente para las 30 familias que apoyó la Corporación Encuentro de Dirigentes, como lo explica en este audio una de las beneficiarias:
Desde entonces la comunidad ha opuesto resistencia ante ese nombramiento, por lo que dan testimonios como los que aparecen en los siguientes audios:
Así como ellas lo mencionan, dicha resistencia hace que la comunidad nombre el territorio como uno solo: “La Aldea”. Esto les ha permitido apropiarse de él y diferenciarse del resto del corregimiento, pues algunos de ellos, incluso, comentan de manera espontánea expresiones como: “Pa’l lado de allá en La Margarita”, “La Margarita es allá abajo” y "La Margarita es La Margarita así no haya viviendas"; en otras palabras, ya ellos no se identifican propiamente con el nombre del corregimiento sino como La Aldea.
Luego de entregar las viviendas, los líderes de ambos proyectos enumeraron todas las casas como un solo conjunto residencial marcándolas del 1 al 80, pero designaron ambas zonas con dos nombres distintos: La Pradera y Aldea La Margarita.
El hecho es que esa situación entre ambos políticos provocó una división entre quienes hoy en día habitan las 50 casas hechas por el Gobierno y las otras 30 edificadas por la Corporación Encuentro de Dirigentes del Suroeste Antioqueño, teniendo en cuenta que esta última definió que sus beneficiarios debían ser afectados por la avalancha que vivieran anteriormente en La Margarita y que tuvieran vocación agrícola, pero su gestión también ha provocado rumores en el corregimiento porque al haber sido la misma familia Posada Jaramillo la que se encargara de seleccionar inicialmente a los nuevos propietarios, algunos miembros de la comunidad todavía cuestionan los intereses que ellos hubiesen podido tener al momento de elegirlos.
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