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A continuación te explicamos cuál fue el desastre que enfrentaron los habitantes de este municipio en mayo de 2015, evidenciando sus causas y respectivas consecuencias.

Historia y 
 contexto

Salgar es uno de los 23 pueblos que conforman la subregión del Suroeste de Antioquia, estando ubicado a 97 kilómetros de Medellín; es decir, a unas dos horas y media de viaje en carretera hasta la capital del departamento, aunque los derrumbes en las vías ocurridos durante este 2019 han extendido el recorrido aproximadamente una hora y media. 

Fue fundado el 29 de marzo de 1880 y su actual número de habitantes, según lo determinan las proyecciones de población realizadas en 2005 por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), se aproxima a un total de 17.300 personas, las cuales están distribuidas en la cabecera municipal, en cuatro corregimientos y en 32 veredas que suman a su vez una extensión territorial de 418 kilómetros cuadrados.

                                                                                                                          
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"Fue justamente un domingo y al otro día era festivo; inclusive se estaba celebrando el Día de la Madre (...) Aquí en el casco urbano no llovió esa noche, pero en la parte del Cerro Plateado, donde se originó la avalancha, cuentan que llovió todo el día y toda la noche": Carlos Emel Cuervo, alcalde de Salgar

​Según cuenta Roberto Restrepo, uno de los escritores más reconocidos de Salgar, a la quebrada La Liboriana se le dio ese nombre en honor a Liborio Restrepo, quien hizo parte de los fundadores que levantaron los planos del municipio.

Dicha quebrada, que por cierto es una de las principales fuentes de agua del pueblo, tiene nacimiento en el páramo del Cerro Plateado y atraviesa a Salgar desde la parte alta de su zona rural hacia el corregimiento La Margarita hasta desembocar en el río Barroso.

Avalancha, otra vez

Basada en la documentación del Archivo Histórico de Medellín, la periodista Juliana Gil asegura en uno de sus artículos que en mayo de 1963, en junio de 1970 y en mayo de 1971 la quebrada La Liboriana se desbordó, ocasionando daños materiales y pérdidas humanas en la comunidad.

Este último documento fue realizado por el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo durante el 2015, en el que participaron organismos como la Defensa Civil Colombiana, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia (Dapard).

Tal es el reconocimiento de esta quebrada que en el Plan de Desarrollo que elaboró la Alcaldía municipal en el año 2012, al cual se puede acceder haciendo clic aquí, se estableció lo siguiente: “Las inundaciones y las avenidas torrenciales son los fenómenos naturales que presentan mayor probabilidad de ocurrencia debido, por un lado, a la alta torrencialidad que caracteriza a La Liboriana y, por el otro, a la invasión de su cauce y llanura de inundación por edificaciones”.

Reconstrucción: pública y privada

Esos hechos se repitieron pasadas las 2:00 a. m. del lunes 18 de mayo de 2015: una avalancha producida por la represa de este caudal recorrió alrededor de 40 kilómetros y dejó a 93 personas muertas y 11 desaparecidas, provocó la destrucción de ocho puentes vehiculares, de nueve peatonales, de 90 viviendas y de otras 219 casas que resultaron perjudicadas, alcanzando un total de 1.364 damnificados.

En este mapa interactivo de Google se pueden recorrer las calles de Salgar para recordar cómo se veía el pueblo antes de la avalancha, específicamente en febrero de 2014. Puedes desplazarte por diferentes lugares haciendo clic sobre las guías que aparecen en la imagen al pasar el cursor sobre ella.

Posterior a la tragedia, el Gobierno Nacional, a través de la contratación con la Fundación Berta Martínez de Jaramillo y con un presupuesto cercano a los 35 mil millones de pesos, construyó tres conjuntos habitacionales para reubicar a las personas que lo perdieron todo y a aquellas que continuaban en zonas de riesgo.

Antes de que los tres proyectos fueran entregados, el Gobierno designó un valor de hasta 250 mil pesos en subsidios de arrendamiento para que cada familia damnificada pudiera sostenerse mientras terminaban las obras, y se comprometió a indemnizar a los familiares de los fallecidos con un monto de 16 millones de pesos por cada uno de ellos.

De estos tres conjuntos dos son urbanos y uno es rural, sumando un total de 278 unidades asignadas de la siguiente manera: el conjunto La Habana está en la parte norte del municipio y tiene 42 viviendas, La Florida está en el sur y tiene 186 apartamentos, y finalmente La Pradera está en La Margarita con una parcelación de 50 casas.

Pasados un año y cuatro meses de la tragedia, se hizo la primera adjudicación: el 7 de septiembre de 2016 los nuevos residentes de La Habana recibieron sus llaves. Tres meses más tarde, específicamente el 16 de diciembre, 50 familias llegaron a habitar La Margarita en el nuevo sector La Pradera. Finalmente, el 10 de julio de 2017 el jefe de Estado hizo entrega de las viviendas restantes.

Dichas cifras están consignadas en la Base de Datos de Víctimas Mortales que reposa en la Secretaría de Planeación y Obras Públicas de la Alcaldía de Salgar, en el Proyecto Municipal Integral para la reconstrucción de Salgar que fue elaborado por la Gobernación departamental y la Empresa de Vivienda de Antioquia, y en el Registro Único de Damnificados (RUD).

Cabe mencionar que además de estas 278 casas, la Corporación Encuentro de Dirigentes del Suroeste Antioqueño le apostó a la edificación de otras 30; proyecto llamado Aldea La Margarita y entregado oficialmente el 22 de abril de 2017.

En el siguiente capítulo, denominado Afrontar el desastre, mencionamos los efectos que tuvo este tipo de acompañamiento psicosocial en la población salgareña, así como la reconstrucción de las casas y otros factores que le han permitido a dichas personas hacerle frente al desastre y sus consecuencias, por eso te invitamos a continuar navegando por las diferentes secciones de esta historia de resiliencia y comunidad.

Ahora bien, si el Gobierno Nacional y esta Corporación asumieron la reconstrucción de la infraestructura, fueron múltiples las organizaciones que se vincularon a la intervención psicosocial de los salgareños que sufrieron afectaciones directas e indirectas por el desastre. Entre ellas, la Alcaldía, la Gobernación de Antioquia, la Cruz Roja, la Funeraria La Esperanza y World Vision International.

Solo algunas permanecieron con planes a largo plazo, pues la mayoría solo estuvo durante los primeros siete meses. La Fundación Berta Martínez fue una de ellas, dado que su contrato incluía la capacitación semanal en temas de convivencia para las familias que habitarían las nuevas casas. Igualmente, estuvo la Corporación Antioquia Presente, quien hizo un trabajo con enfoques psicoeducativos por medio de los componentes de salud mental, familia y comunidad.

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